El sonido y el silencio forman parte de una polaridad esencial en nuestra existencia. Dentro y fuera se alternan y se funden, generando melodías y ritmos de los que a veces somos conscientes, pero en la mayoría de ocasiones pasan inadvertidos a nuestros oídos. Crear a través del sonido nos conduce a una dimensión muy inexplorada, nos conecta con lo más profundo de la memoria, y puede ayudarnos a expresar sentimientos y emociones a los que ellenguaje verbal tiene más difícil acceso.


















